Toma las frutas, lávalas muy bien y colócalas en la zona de la casa en la que tus hijos juegan o pasan un rato con la familia.
Te aseguramos que comerán una o dos frutas mientras juegan y podrás liberarte de la tragedia de obligarlos a comérsela.
Toma las frutas, lávalas muy bien y colócalas en la zona de la casa en la que tus hijos juegan o pasan un rato con la familia.
Te aseguramos que comerán una o dos frutas mientras juegan y podrás liberarte de la tragedia de obligarlos a comérsela.