Muchos ya me han preguntado que si estoy a dieta, pero la verdad es que no. No estoy a dieta. Estoy haciendo una dieta- un nuevo régimen- alimenticio (la dieta Paleo) con el objetivo de sentirme bien, de alimentarme mejor y de evitar el desarrollo de la enfermedad auto inmune aún no diagnosticada que tengo.
El cambio más grande de esta semana fue el de la despensa.
El domingo fui al súper con mi esposo, llevaba mi lista de alimentos paleo conmigo para no olvidar nada. Obviamente hubo cosas que no encontré, sin embargo tuve la oportunidad de comprar varios productos orgánicos y muchas frutas y verduras que usualmente no compraría en tanta cantidad como lo hice. Me fijé mucho más en traer a casa gran variedad para que mis hijos y mi esposo -yo también por qué no-, no se aburran. Uno de los problemas fundamentales de los cambios de dieta es que nos apegamos a los alimentos que ya nos gustan y nos cuesta trabajo probar. En esta ocasión decidí romper esa barrera. Traje a casa de todo: fresas, arándanos frescos, zarzamoras, frambuesas, mango, duraznos, ciruelas, manzanas, peras, mamey, limones, zanahorias, zanahorias amarillas, espinacas, tomates, apio, brocoli, plátano, plátano morado, uvas, berenjenas, calabacitas, mandarinas…
Esto cambió radicalmente ya estos dos días de la semana. El desayuno, la comida y la cena han sido muy distintos. No más cosas procesadas, todo desde cero.
No, no tengo tanto tiempo como el que piensan.
Pensarán que tengo entonces mucho tiempo para dedicarlo a la cocina, la verdad es que no. Trabajo de tiempo completo, cuido a mi hijo el más pequeño, saco pendientes, lo que casi todas las mujeres que conozco hacen. Todo ha sido práctico, preparaciones que no me han llevado más de 15 minutos en la cocina, compuestas por productos frescos y saludables, con el elogio del marido, que bueno -aunque le gusta mucho como cocino- no es lo mismo hacer todo de cero y estarle calculando más al sazón. Pero voy bien.
Eliminados para siempre quedaron: los caldos de pollo en cuadritos y sus similares de res u otros -llenos de sodio y de grasa-, salsas elaboradas con conservadores, galletas, cereales, comida congelada de «fácil preparación» (la verdad es que hoy lo hice todo de cero y me tardé prácticamente lo mismo en preparar, cocinar y lavar la cocina, usé la misma cantidad de artículos-, adiós a la comida de bebés preparada y a los alimentos infantiles llenos de dulce y sodio.
Cambios para mis hijos.
Ayer hice todas las papillas saladas y dulces para mi bebé. En 45 minutos hice comida para dos semanas, proveniente de frutas y verduras frescas, las puse en recipientes de vidrio previamente esterilizados y al congelador. Mi bebé ha comido igual de saludable que todos y me tardo 5 minutos en hervirlo para dárselo a la hora de su comida. La verdad es que este punto fue fundamental para mí. Como trabajo, luego ando con excusas alimentando a mi bebé de repente con demasiados alimentos procesados -no diré marcas pero saben a qué me refiero-. No son malos, la verdad, pero no son lo mejor. Así que bueno ya preparado para dos semanas, no más pretextos o justificación para la flojera.
Para mi nena más grande -tiene dos años-, el cambio es mayor, tendrá que probar muchas cosas nuevas, ya les diré como me va. Si alguien me pudiera recomendar técnicas para esto, se lo agradecería bastante.
Mismo presupuesto, más alimentos de alta calidad.
La cuenta de la compra fue prácticamente la misma y traje a la casa productos de excelente calidad, naturales al cien por ciento y compré mucho más, pude hacer una compra para más días con el mismo presupuesto y todo listo para el bienestar integral de la familia.
Estaré posteando las recetas de la semana para su conocimiento. Gracias por su retroalimentación y comentarios.
2 respuestas a “Cambio de vida-”
Hola Yuyis.
Me parece muy buena tu decisión de llevar una vida con alimentos más sanos. Si bien yo no tengo familia he tenido la fortuna de que en casa siempre se ha cocinado desde cero y con productos frescos.
Mi recomendación es que si tienes oportunidad vayas al mercado en lugar del supermercado. Comprobado un ahorro en el presupuesto y si el refrigerador lo mantienes limpio, prácticamente todas las frutas y verduras duran hasta 15 días. Los jueves se instala uno muy cerca de tu casa por la plaza taurina.
Me parece muy interesante que nos alimentes de las nuevas ideas y resultados a los que te aventuras. Eso si, de vez en cuando vale la pena disfrutar de todo aquello menos sano pero delicioso y que amamos 🙂
Me gustaMe gusta
Muchas gracoas Ana P por tus comentarios. Buscaré el mercado de la plaza de toros.
Un abrazo!
Me gustaMe gusta